Contextos global, regional y nacional

Contexto global

En  el  año  2011,  Ban  Ki-moon,  el  entonces  Secretario  General  de  la  ONU,  señalaba  en  el  marco  del  Consejo  Económico y Social de las Naciones Unidas (Ki-moon, 2011) que, si bien se avanzó en algunos de los Objetivos  del  Milenio,  “la  brecha  de  la  riqueza  se  está  ampliando  entre  los  ricos  y  los  marginados”.  Los  Objetivos     del     Desarrollo     Sostenible     (ODS)     refieren     principalmente a una serie de temáticas en torno a la pobreza, alimentación, salud y educación integral con un enfoque a la igualdad y la sostenibilidad, por lo que resulta relevante y necesario para las instituciones de educación  superior  reconocer  el  compromiso  de  adecuar  sus  modelos  educativos  para  que  los  ODS  trasciendan los ámbitos escolares y de profesionalización, y  se  orienten  a  la  formación  permanente  de  ciudadanos  que  participen  activamente  en  la  transformación  de  la  sociedad.  Entre  las  metas  al  2030  consideradas  en el marco de estos objetivos, resultan de especial interés para la planeación universitaria las siguientes:

  • Asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.
  • Aumentar  considerablemente  el  número  de  jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias,  en  particular  técnicas  y  profesionales,  para  acceder  al  empleo,  el  trabajo  decente  y  el  emprendimiento.
  • Eliminar  las  disparidades  de  género  en  la  educación  y  asegurar  el  acceso  igualitario  en  todos  los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas aquellas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad.
  • Garantizar  que  todos  los  alumnos  adquieran  los  conocimientos  teóricos  y  prácticos  necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas, mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles,  los  derechos  humanos,  la  igualdad  entre  los  géneros,  la  promoción  de  una  cultura  de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios.

En otras palabras, no es posible concebir la formación de los científicos, expertos y líderes del futuro si no es a partir de una educación terciaria que contemple una visión humanística  integral  y  global.  También  resultan  de  suma importancia para las instituciones educativas los Objetivos 7 (Energía asequible y no contaminante), 13 (Acción por el clima) y 15 (Vida de ecosistemas terrestres), ya que se relacionan con un paradigma que se ha insertado  de  manera  nodal  en  la  vida  universitaria:  el  de la sostenibilidad. El currículum, en todos los niveles, debe  recuperar  la  gestión  ambiental  de  la  mano  de  la  responsabilidad social. Se reconoce que las crisis ecológicas  son  al  mismo  tiempo  crisis  de  valores, ideas, perspectivas, conocimiento y, de manera fundamental, de educación.

En dicho contexto, la Universidad de Guadalajara reconoce la importancia de los ODS y asume el compromiso de contribuir de forma continua y responsable con el logro de la agenda global, trabajando en el desarrollo de una oferta educativa de calidad e innovación, que trascienda el ámbito escolar, eliminando la disparidad de género y fomentando la inclusión y la equidad, promoviendo  el  desarrollo  sostenible  y  formando  de  manera  continua para la vida, el trabajo y el emprendimiento. De manera paralela, se resuelve que la contribución a dicha agenda desde la educación superior resulta una ruta para el desarrollo de una cultura de paz, toda vez que el diálogo entre las instituciones y los distintos actores  sociales  es  la  base  de  una  sociedad  en  la  que  se  alcance,  de  forma  irrestricta,  el  respeto  pleno  y  la  promoción  de  todos  los  derechos  humanos  y  las  libertades  fundamentales. En este sentido, además de educar para el  logro  de  la  paz,  la  universidad  debe  transformarse  para adoptar una nueva forma de pensar que la considere como parte de una nueva cultura y forma de vida.

Esta nueva forma de pensar debe partir de algunos imperativos esenciales, entre ellos el que las universidades reconozcan y se integren a su entorno cultural y socioeconómico convirtiéndose en un punto de referencia para el cambio. Debe ser un espacio transdisciplinar que se vincule no sólo a su entorno local, sino con una perspectiva global (Crow, 2015).

Desde distintas corrientes teóricas se habla de formar al talento con habilidades integrales; esto conlleva una serie  de  innovaciones  en  la  práctica  docente  y  en  la  interacción de los estudiantes en el salón de clases. Ya no es suficiente sólo incorporar la tecnología, sino que ésta  debe  impactar  directamente  en  la  formación  de  los  individuos.  En  la  actualidad  existen  un  conjunto  de  estrategias  pedagógicas  que  transfieren  el  trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia  del  docente,  para  facilitar  y  potenciar  otros  procesos  de  adquisición  y  práctica  de  conocimientos  dentro del aula, por ejemplo, el caso del Flipped classroom y las T-Shape skills. De esta forma, la flexibilidad académica  será  fundamental  y  deberá  ir  más  allá  de  un  plan  de  estudios,  incorporándose  en  la  práctica  docente  (Banerjee & Ceri, 2015).

 

"No es posible concebir la formación de los científicos, expertos y líderes del futuro si no es a partir de la educación terciaria y de las instituciones de educación superior."

 

Se debe pensar más allá de los aspectos tradicionales e  incorporar  nuevas  formas  de  entender  el  mundo,  especialmente cuando estamos entrando de lleno a la hipertecnologización  de  múltiples  procesos,  entre  ellos  los  educativos. Esto nos obliga a replantear nuestro modelo académico, ya que concluir un programa de estudios ya no  puede  ser  más  el  punto  final  de  un  proceso  de  aprendizaje.

Es imprescindible establecer una oferta de programas para diferentes estadíos profesionales y de vida en un contexto de alta y creciente longevidad, puesto que la esperanza de vida en los últimos años ha registrado un crecimiento en casi todos los países, lo que supone una contingencia respecto a la cobertura social.

Asimismo, es fundamental centrar todos los esfuerzos  y  estrategias  institucionales  alrededor  del  éxito  de  los  estudiantes  desde  su  ingreso  y  hasta  su inserción en el mercado laboral. Para lo anterior, es indispensable   desarrollar   mejores   mecanismos   de   atracción, contratación, inducción y desarrollo profesional docente, con una visión global e innovadora de los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Desarrollar nuevos formatos de aprendizaje implica una apertura decidida hacia la internacionalización del currículum.  Si  bien  resulta  indispensable  alinear  los contenidos de los programas educativos con las necesidades del mundo laboral y el desarrollo de habilidades de liderazgo, se requiere, además, fomentar  una  visión  global  con  base  en  una  oferta educativa de nivel medio superior, licenciatura y posgrado   respaldada   en   contenidos   multiculturales,   pertinentes  y  de  vanguardia.  Para  ello  se  necesita  una infraestructura  que  facilite  la  integración  entre  la  comunidad de casa y la extranjera en la vida de los centros  universitarios,  reconociendo  al  otro  desde  una  perspectiva intercultural y de inclusión.

Es fundamental contar con espacios más allá del aula, en  donde  la  comunidad  universitaria  pueda  reunirse  para  aprender  y  establecer  redes  de  colaboración  que  den origen a oportunidades de vida, en el marco de un diseño  universal  en  el  que  no  existan  diferencias  por  condición  física,  de  género,  de  culto,  de  procedencia  geográfica ni de ideología (Fernández, 2000).

Los cambios sociales, culturales y económicos inciden de forma determinante en los planteamientos educativos y, como tales, exigen modificaciones estructurales y en las propias prácticas, de las que no pueden aislarse los propios procesos de investigación y reflexión. Uno de  los  principales  aspectos  en  los  que  es  posible  identificar elementos que van a perfilar los sistemas educativos  a  futuro  es  la  transformación  constante  del mercado laboral. A este respecto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2020, señala que:

  • La  disminución  del  crecimiento  económico  y  la  falta de inclusión perjudican la capacidad de los países de menores ingresos para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de trabajo.
  • Una  medición  precisa  de  la  subutilización  de  las personas en edad de trabajar revela importantes lagunas en el acceso al trabajo.
  • Incluso cuando las personas tienen un empleo, siguen  existiendo  deficiencias  significativas  en  la  calidad  del  trabajo,  incluyendo  la  estabilidad  del empleo en un entorno seguro y saludable y el acceso a la protección social.
  • Prevalecen desigualdades significativas en el acceso al trabajo y en la calidad del mismo. Entre ellas se encuentran las principales líneas de segmentación  entre  los  trabajadores,  según  su  ubicación  geográfica  (entre  países  y  trabajadores  de  zonas urbanas y rurales), sexo y edad.

Adicionalmente, el informe señala que a nivel mundial  las  disparidades  entre  zonas  rurales  y  urbanas  podrían ampliarse por las transformaciones tecnológicas,  ya  que  se  acompañan  de  políticas  que  fomentan  la  innovación  creando  oportunidades  a  un  nivel  desproporcionadamente  más  alto  en  las  zonas  urbanas  (OIT,  2020). En este entorno, la Red Universitaria de Jalisco se reconoce como un factor detonante del desarrollo sostenible  en  las  regiones,  propiciando  un  descenso  en  la  migración y la creación de comunidades incluyentes, toda  vez  que  las  disparidades  que  se  abordan  por  la OIT  también  presentan  una  brecha  para  la  población  de los 15 a los 24 años, así como una visible desigualdad de género en los mercados laborales, en términos de acceso al empleo, la calidad y retribución del mismo.

Pensar  en  estrategias  sin  pensar  en  talento  es  sesgar  un  binomio  que  solamente  puede  dar  resultados  desde su sinergia. Por tal motivo, las universidades se ven obligadas a adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, sociopolíticos y socioeconómicos, e incorporar simultáneamente los avances de la industria,  la  ciencia,  la  tecnología  y  la  información  en  su  agenda  a  partir  de  nuevos  enfoques  y  metodologías para  la  administración  y  gestión  de  proyectos  con  enfoque Agile, que ofrezcan soluciones efectivas en medio de la complejidad, operen en sincronías que favorezcan la flexibilidad  en  la  gestión  e  impulsen  la  desburocratización  radical  de  aquellos  procesos  que  tienden  más  a  servir  a  la  propia  organización  que  a  sus  usuarios  (Marcet, 2018). Sus egresados se ven compelidos a insertarse en esta transformación y dejar de pensar sólo en adquirir habilidades técnicas y académicas específicas de una profesión, sino en incorporarse además a la lógica del trabajo líquido y las nuevas estrategias organizacionales.

Si  bien  la  planificación  estratégica  proporcionaba  cierta seguridad, ahora es preciso ejecutar y aprender de  forma  simultánea:  tomar  decisiones  que  no  consuman más tiempo que la operatividad que induce la decisión.  La  agilidad  se  gana  desde  la  flexibilidad  para  explorar  nuevas  sincronías,  donde  los  equipos  son  la  pieza clave. Ya no es suficiente pensar en resolver problemas sino en aprender a enfrentar paradojas y manejar la incertidumbre, entendida esta última no como una anomalía (Chacón M., 2014), sino como la oportunidad para desarrollar estrategias que nos permitan afrontar los retos emergentes y respaldar decisiones complejas con respecto a entornos caracterizados por la falta de certeza (Brashers, 2001).


Contextos

Contexto nacional

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En  el  ámbito  nacional  es  posible  identificar  nuevas  tendencias desde la administración federal hacia la educación  superior  al  haberse  transformado  la  perspectiva  que se le había dado a este nivel educativo. El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 establece un panorama inicial de la forma en que se le va a dar impulso a la educación superior y en la que se apoyarán los temas  estratégicos de la agenda  nacional.  El  componente esencial de esta transformación se refiera al crecimiento  y  diversificación de  las opciones  educativas, por ejemplo, con la creación de las “Universidades para el Bienestar Benito Juárez García”, mismas que iniciaron actividades en marzo de 2019 en zonas de alta densidad poblacional en las que hay nula oferta de estudios universitarios,  así  como  un  alto  grado  de  rezago  social,  marginación y violencia (Presidencia de la República, 2019c).

Además de la creación de estas universidades y del programa  “Jóvenes  escribiendo  el  futuro”,  en  el  que  se  otorgan  becas  a  estudiantes  en  situación  de  pobreza  inscritos en un centro de educación superior, se espera que  en  el  próximo  Plan  Sectorial  de  Educación  se  analicen a fondo los diversos niveles educativos y se establezca  una  ruta  comprensible  de  trabajo  a  partir  de la cual sería factible definir acciones acordes a una política nacional de educación. Debe evitarse la falta de visión que caracterizó al plan educativo federal del período  2012-2018,  ya  que se limitó  a  replicar lo que  se encontraba en el plan de desarrollo nacional entonces vigente.

Por  otra  parte,  debe  señalarse  la  importancia  de  los  fondos federales extraordinarios para las instituciones públicas de educación superior (IES), ya que representan un componente esencial para el desarrollo de éstas y el logro de la calidad. Se debe priorizar su continuidad y valorar en qué medida han alcanzado sus objetivos. Es importante considerar la transición hacia un modelo innovador para el financiamiento de este nivel educativo que apoye de forma directa a las universidades para que puedan atender compromisos financieros específicos, reordenar sus plantillas administrativas y fortalecer los  regímenes  de  pensiones  y  jubilaciones,  mismos  que representan una carga significativa creciente  para  las  finanzas de las universidades.

Las discusiones en torno al financiamiento de las IES implican analizar  la  autonomía  universitaria,  pues  representa  un  atributo  ganado  por  la  Universidad,  fundamental  para  la  transmisión  de  conocimiento,  para gobernarse a sí misma y para informar a la sociedad en  cuanto  al  uso,  asignación  y  transparencia  en  el  manejo  de  recursos.  La  autonomía  universitaria  no  se  encuentra  dada  de  forma  definitiva,  sino  que  tiene  un  carácter contingente, en constante construcción. Al ser un privilegio,  al  mismo  tiempo  obliga  a  los  universitarios  a  garantizar y elevar la calidad de sus habilidades académicas (UNAM, 2019).

La  autonomía  universitaria  permite  garantizar  que  en  México existan espacios en los que se ejerce de forma irrestricta la libertad de pensamiento, garantizando la posibilidad  de  externar  disensos,  críticas,  reflexiones  y  el  desarrollo  de  la  creatividad  y  la  imaginación.  Sin  embargo, la autonomía no debe entenderse como autarquía, ya que las IES no pueden existir de forma aislada, desvinculadas de otras entidades. Ser autónomos implica tanto un compromiso social, como la transparencia y rendición de cuentas.

Por otra parte, la Organización para la Cooperación y  el  Desarrollo  Económicos  (OCDE)  hace  evidente  una  situación crítica con respecto al financiamiento de las IES.  Aunque  éste  se  ha  incrementado  de  manera  real,  se  ve  rebasado  con  respecto  al  ritmo  del  crecimiento  de  la  matrícula. De  igual  manera,  la  gestión  de  fondos adicionales que le permitían a las instituciones alcanzar  sus  objetivos  con  respecto  a  cobertura,  equidad,  inclusión  y  calidad,  se  ha  visto  severamente afectada. Es deseable que las autoridades federales establezcan un sistema racional para asignar financiamiento  público  a  las  IES  públicas,  y  un  modelo  que  otorgue presupuestos plurianuales con el fin de facilitar la planeación.

Al no haberse publicado al cierre de este documento el Programa Sectorial de Educación (PSE) para el período  2019-2024,  debe  considerarse  como  referente  el  programa Nueva Escuela Mexicana (NEM) de la Dirección  General  de  Educación  Superior  Universitaria.  Para  la  NEM,  la  educación  superior  debe  tener  como  elemento  central  la  formación  integral  de  las  personas  desde  una  perspectiva  universal  de  la  educación,  de  manera que favorezca el aprendizaje de todas las formas  de  producir,  interpretar  y  transmitir  el  conocimiento. La NEM considera como ejes formativos esenciales la interculturalidad, la formación interdisciplinaria, la internacionalización, la educación para la vida, el desarrollo de habilidades para la inclusión digital, la territorialidad, la formación inclusiva, la equidad de género y el desarrollo de una sociedad sustentable. Al mismo tiempo, plantea cuatro ejes para lograr transformar la educación superior: financiamiento, gobernanza, co-bertura con equidad y compromiso social (Presiden-cia de la República, 2019b).

De manera paralela, debemos considerar que tanto las universidades  públicas  como  las  privadas  en  México enfrentan una transformación estructural provocada por las tendencias y necesidades mundiales de la educación superior y en las cuales se ha vuelto indispensable garantizar el acceso a sistemas de enseñanza abiertos, flexibles, permanentes, continuos, presenciales y a distancia (Moreno Castañeda & Pérez Alcalá, 2010). Los nuevos métodos de formación deben privilegiar  la  enseñanza  y  el  aprendizaje  individualizados,  así como el impulso a la autoformación responsable y el desarrollo  de  nuevas  formas  de  interacción  entre  los  participantes del proceso educativo.

Actualmente la innovación tecnológica en la educación superior  se  encuentra  estrechamente  vinculada  al  desarrollo  y  uso  de  las  tecnologías  de  información  y  comunicación  en  las  diferentes  etapas  de  evolución  tecnológica en el país. Esta tendencia ha sido impulsada principalmente por la Universidad Nacional Autónoma  de  México  (UNAM),  el  Instituto  Politécnico  Nacional  (IPN)  y  el  Instituto  Tecnológico  y  de  Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), mediante la creación de  sistemas  educativos  virtuales,  con  el  propósito  de  atender  las  demandas  de  información  y  conocimiento  de  diversos  sectores  productivos  de  la  sociedad  y  de  los nuevos mercados laborales nacionales e internacionales.

Por  otra  parte,  deben  considerarse  las  aportaciones  que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), de manera reciente,  ha  realizado  con  respecto  al  futuro  de  la  educación superior. En octubre del 2019, y con la participación de las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública, de Educación, de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados,  así  como  las  comisiones  de  Educación  y  de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Senadores, la ANUIES realizó el Encuentro Nacional para el Fortalecimiento de la Educación Superior, en el que se emitió  una  declaración  con  respecto  al  futuro  de  este  nivel,  la  participación  del  Estado  en  su  financiamiento,  la autonomía  y  la  vinculación  con  el  entorno.  Estos  son  algunos de los puntos de acuerdo:

  • La  experiencia  mundial  demuestra  que  la  educación  superior,  la  ciencia,  la  tecnología  y  la  innovación son factores estratégicos para el desarrollo de las naciones, la reducción de las desigualdades sociales y el bienestar de las personas.
  • La  educación  superior  constituye  un  bien  público social, un derecho humano y universal y un deber de los Estados.
  • Establecimiento  de  un  nuevo  modelo  de  financiamiento  de  la  educación  superior,  la  ciencia,  las  humanidades y la tecnología.
  • La autonomía universitaria, en el caso de las instituciones que la ley lo dispone, así como la libertad de pensamiento, de cátedra y de investigación, constituyen  condiciones  y  principios  fundamentales  e  imprescindibles para el buen desarrollo de la educación superior.
  • La obligatoriedad de la educación superior representa  un  reto,  pero  también una oportunidad para que el gobierno federal, los gobiernos estatales y las instituciones educativas impulsen la  ampliación  significativa  de  la  cobertura  con  calidad, pertinencia y equidad social, territorial y de género.
  • El  presupuesto  de  egresos  de  la  Federación  y  los  presupuestos  de  egresos  estatales  para  el  ejercicio fiscal  2020  deben  incluir  los  recursos  públicos  necesarios,  y  así  se  establezca  el fondo federal especial al que se refiere el artículo decimoquinto transitorio del Decreto de la Reforma Constitucional publicado el 15 de mayo.
  • Se  deberá  contar  con  los  recursos  necesarios  para el fortalecimiento de las instituciones públicas de formación docente.
  • Los esquemas vigentes de asignación presupuestal por parte de los diferentes órdenes de gobierno, así como su ejercicio por parte de las instituciones educativas, requieren ser modificados para  dar  sostenibilidad  financiera  a  las  casas  de estudio.
  • Fortalecer la vinculación de la educación superior con los sectores productivos para lograr mayores impactos en la pertinencia educativa, la inserción  laboral,  la  innovación  y  la  transformación social del entorno.
  • Establecer  un  Acuerdo  Nacional  para  la  Transformación de la Educación Superior.

En  este  contexto,  vale  la  pena  señalar  el  reciente  decreto presidencial respecto al derecho a la educación superior. Para ello, se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones del Artículo 3 de la Constitución, en el Diario Oficial de la Federación del pasado 15 de marzo del 2019, en el cual se establece que: “Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado —Federación, Estados, Ciudad de México y Municipio— impartirá  y  garantizará  la  educación  inicial,  preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias, la educación superior lo será en términos de la Fracción X del presente artículo...”  (Presidencia  de  la  República,  2019a).  La  fracción  en comento especifica que la obligatoriedad de la educación superior corresponde al Estado, y que las autoridades federales y locales establecerán políticas para fomentar la inclusión, permanencia y continuidad. Además,  ambas  autoridades  proporcionarán  medios  de  acceso a este nivel educativo a toda aquella persona que cumpla con los requisitos dispuestos por las instituciones públicas.

Para  atender  el  mandato  de  la  reforma  constitucional,  se  consideró  diseñar  estrategias  para  el  principio de obligatoriedad y de ampliación de la cobertura. Se busca apoyar la expansión de la oferta educativa en las modalidades presencial, abierta y a distancia; mejorar las funciones académicas de docencia, investigación, extensión y difusión de la cultura; fortalecer la coordinación, planeación y gobernanza del sistema de educación superior a nivel nacional y local;  mejorar  la  gestión  institucional,  la  transparencia y la rendición de cuentas; vincular los proyectos    educativos con las necesidades de  las comunidades sociales y productivas impulsando la formación dual, el emprendimiento y el desarrollo de las habilidades  transversales  demandadas  por  el  trabajo;  atender  los  problemas  financieros  de  las  universidades; diseñar un nuevo modelo de financiamiento de carácter  plurianual  que  dé  certeza  y  suficiencia  presupuestal, y avanzar en el establecimiento de condiciones laborales dignas para los trabajadores académicos y administrativos.  Asimismo,  se  atiende  la  indicación federal  de  brindar  educación  integral  con  enfoque  a  los  derechos humanos y la igualdad sustantiva, y la alineación con una serie de valores y virtudes que se espera incorporen los miembros de la comunidad universitaria para la mejora continua del proceso de enseñanza-aprendizaje y en su actividad laboral cotidiana.

Por su parte, la educación media superior (EMS) ha sido prioridad en los planes y estrategias de desarrollo educativo a nivel federal y local, atendiendo problemáticas que  habían  persistido  en  el  tiempo.  La  política  educativa se enfocó en atender situaciones locales como: falta de oportunidades de acceso, deserción escolar y baja eficiencia terminal, elementos críticos que se encuentran a nivel local pero que se agudizan en ciertas regiones del estado. La EMS es obligatoria por decreto emitido en el Diario Oficial de la Federación a partir de 2012, reconociéndose todas sus modalidades: escolarizada  (presencial  e  intensiva),  no  escolarizada  (virtual  y  certificación  por  evaluaciones  parciales  o  certificación  por  examen)  y  mixta  (auto planeada  y  mixta).  La  obligatoriedad  del  nivel  representa  implicaciones  de  distintos  tipos  para  el  sistema:  una  mayor  asignación  presupuestaria, atención a la formación y contratación del personal docente y directivo, la universalización de la educación básica, la edad de los estudiantes, atención a los costos privados de escolarización, atención a un currículum escolar común, atención a la calidad desigual de los servicios educativo y atención al impacto de oportunidades laborales y educativas futuras.

De igual manera, y en alineación con las demandas federales y del contexto global, la ANUIES trabajó en el 2016, en conjunto con otras instancias educativas y no gubernamentales, en una compilación de lineamientos y  prácticas  para  implementar  la  cultura  de  la  responsabilidad  social  universitaria  a  nivel  nacional.  En  este  trabajo se busca posicionar las atribuciones de las instituciones de educación superior para poner en práctica y difundir una serie de principios y valores que inciden en la resolución de necesidades del entorno. Este compromiso  institucional,  que  deberán  asumir  todas  las instituciones de educación no sólo en nivel superior sino también desde el medio superior, comprende una dimensión ética que deberá ser transmitida a los estudiantes como parte de su formación como ciudadanos responsables. Para ello, es fundamental que la responsabilidad social empiece en casa.

El papel que juegan las universidades, sean del ámbito público o privado, es estratégico, ya que deberán dirigir  su  visión  hacia  la  construcción  de  una  ciudadanía  informada,  responsable  y  participativa  (Pérez  Alayón  et al., 2016).  Desde el 2009 fue publicado el Manual de primeros  pasos  en  responsabilidad  social  universitaria, cuya  agenda  proponía  una  conjunto  de  herramientas  de  autoevaluación  para  las  universidades,  que  a  más  de diez años de su publicación siguen vigentes una serie de condiciones sociales que no han mejorado visiblemente,  como  son  la  profundización  de  la  crisis  de  insostenibilidad  social  y  ambiental,  los  cambios  sistémicos  lentos  respecto  a  la  contingencia  del  entorno,  los sistemas educativos que requieren de cambios urgentes  que  puedan  sobrellevar  la  profunda  masificación estudiantil, el paradigma neoliberal de la gestión universitaria, sólo por mencionar algunos. La responsabilidad social universitaria sigue siendo un movimiento de alcances limitados, estancándose en la dimensión  discursiva,  sin  poder  concretarse  en  acciones  específicas.  Las  instituciones  educativas  no  sólo  son  responsables  de  dotar  a  los  profesionistas  de  las  competencias adecuadas y los conocimientos necesarios  para  insertarse  laboralmente,  sino  que  requieren  implementar una política de mejora continua de las rutinas  universitarias  hacia  el  cumplimiento  efectivo  de  su misión. No se puede olvidar que, en gran medida, la pertinencia  social  depende  de  la  transversalización  y  la integralidad de la respuesta universitaria a los desafíos de justicia y sostenibilidad (Vallaeys et al., 2009). El mayor obstáculo para asegurar el desarrollo equilibrado de la sociedad es la desigualdad con todas sus implicaciones. De ahí que surja la imperiosa necesidad de diseñar acciones de carácter integral y con efectos inmediatos. Por ello, la responsabilidad social universitaria deberá tener en cuenta dos grandes retos: la dificultad para construir un concepto de ciudadanía donde todos sus miembros participen de manera colaborativa en la toma de decisiones que orienten a un desarrollo equitativo y democrático, y la urgencia de impulsar la inclusión, el respeto a los derechos humanos y la integración entre las diferentes culturas para garantizar un trato equitativo, justo y de seguridad a todos los miembros de la sociedad.


Contextos

Contexto regional

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El impacto de la Red Universitaria de Jalisco puede verificarse  desde  múltiples  ángulos,  en  especial  lo  referente a cobertura regional. Aunado a su crecimiento, la UdeG requiere repensar su quehacer institucional para seguir  atendiendo  de  forma  pertinente  las  demandas  de las regiones e incidir en la resolución de problemas locales  con  impacto  global.  Esto  implica  diversificar  estrategias para detectar y formar talento, fortalecer y optimizar su infraestructura física y tecnológica, definiendo una relación continua con sus egresados a través de la actualización profesional y académica. Cabe señalar que, al ser la principal institución de educación pública del Estado de Jalisco, juega un rol importante en  la  producción  de  conocimiento,  ya  que  pertenece  a  uno  de  los  ecosistemas  de  innovación  más  prometedores del país. Las características geográficas y socioeconómicas de Jalisco favorecen potencialmente al desarrollo sostenible de distritos de innovación no sólo en  un  aspecto  industrial,  sino  para  mejorar  la  calidad  de  vida  humana  y  del  entorno  a  partir  de  una  visión  social.

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Ecosistema de innovación y emprendimiento

Un  ecosistema  de  innovación  es  una  red  de  organizaciones interconectadas cuyo propósito es crear y desarrollar valor a través de la innovación, mientras que un ecosistema de emprendimiento refiere a una combinación de organizaciones sociales, políticas, económicas y culturales que dan soporte al desarrollo y crecimiento  de  negocios  o  startups1.  Jalisco  se  caracteriza  por  su  fortaleza  en  rubros  como:  dinámicas  internas  del  mercado, políticas de gobierno (impuestos y burocracia),  financiamiento  para  emprendedores  y  el  acceso  a la infraestructura  profesional, comercial, física y de servicios (Rodríguez-Aceves, 2016). En el 2012, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizó la Encuesta Nacional de Micronegocios (ENAMIN), que refleja las razones más comunes de los jaliscienses para iniciar un negocio. Ésta señala principalmente a aquellos que tenían un trabajo antes de fundar un negocio (asalariados 54.4%) y sólo buscaban “mejorar sus ingresos”; le secundan quienes estaban desempleados o inactivos y que no encontraron ninguna  otra  forma  de  obtener  ingresos.  En  este  segundo  grupo  destacan  las  amas  de  casa  (30%)2  y  los  1    En  el  apartado  Ecosistema  de  emprendimiento  e  innovación  de  Jalisco,  la  Dra.  Lucía  Rodríguez-Aceves  describe el “ecosistema de innovación” como “una red de organizaciones interconectadas que son dirigidas por  personas  que  tienen  el  fin  de  crear  y  desarrollar  valor  a  través  de  la  innovación”;  y  al  “ecosistema  de  emprendimiento”, como “un conjunto de emprendedores interconectados”. Navarro et al., Guía para la innovación universitaria. Reflexiones para transformar nuestro rol como universidad, 1:53.2  Con esto puede afirmarse que, entre mayor igualdad exista entre hombres y mujeres, los beneficios para la economía y sociedad en general serán mayores, esto según el estudio del GEM donde se compararon 74 estudiantes (5.7%). Esta población requiere de una formación que les permita consolidar sus negocios, abonando así al desarrollo económico y social del entorno (Navarro et al., 2019).

Trayectorias de desarrollo económico de las regiones de Jalisco

Durante el 2017 la Universidad de Guadalajara, en conjunto con diversas instancias del gobierno estatal y de la sociedad  civil,  realizó  una  serie  de  recomendaciones  de  política pública para la implementación de agendas regionales de innovación y desarrollo tecnológico en el esta-do. Es importante destacar que Jalisco es la cuarta entidad federativa con mayor aportación al producto interno bruto (PIB) nacional, pues a través de sus 12 regiones contribuye con el 6.26% (INEGI, 2013). Sin embargo, no deben perderse de vista las trayectorias de desarrollo económico de cada una de estas regiones para identificar  diferencias  entre  ellas  o  patrones  comunes  que  permitan el diseño de estrategias para el desarrollo sostenible,  no  sólo de Jalisco sino de entidades federativas aledañas.

Tabla 1:

Trayectorias de Desarrollo Económico Regional

REGIÓN VOCACIÓN EDUCACIÓN RETOS
ALTOS NORTE

Cadena productiva de lácteos y derivados.


Por su aproximación geográfica con otros polos industriales, cuenta con potencial para incorporarse a las cadenas de producción automotriz, textil y de turismo religioso

La región cuenta con nueve IES con 72 programas académicos.


Sus capacidades tecnológicas se concentran en la industria agroalimentaria.

  • Incorporar la región al corredor de la industria automotriz del Bajío.
  • Incrementar la producción y comercialización de la industria textil y del vestido.
  • Formar capital humano de alto nivel para las capacidades económicas y cadenas productivas más dinámicas de la región.
  • Aumentar la vinculación del sector productivo con instituciones educativas e instancias gubernamentales.
ALTOS SUR

Se destaca por las cadenas productivas de agave, avícola y lácteos.


Está bien posicionada en el ámbito de la construcción. También cuenta con un sector emergente de energías alternativas.

Resalta su baja proporción de estudiantes y egresados en ciencias agropecuarias, ingeniería y biotecnología que podrían impulsar más las actividades productivas de la región.


Cuenta con significativas capacidades para la tecnología agroalimentaria.

  • La disponibilidad de agua representa cada vez más un cuello de botella para su desarrollo.
  • Promover mayor integración y articulación de actividades productivas en las cadenas de valor de alimentos, construcción y avícola.
  • Incentivar mayor vínculo entre los programas de formación y las necesidades del sector productivo.
  • Aumentar la colaboración de las instituciones educativas e instancias gubernamentales con el sector productivo.
CIÉNEGA La fabricación de muebles es la principal cadena productiva que es capaz de competir no sólo en el mercado local sino internacional.

La región cuenta con 12 IES con 76 programas académicos en seis distintas áreas del conocimiento.


Además cuenta con centros que pueden resultar de gran ayuda para la innovación.

  • La producción de muebles, lácteos y bebidas destiladas genera el 60% de la actividad económica, pero se concentra en pocos municipios (Ocotlán, Ayotlán y Atotonilco El Alto), dejando un tanto rezagado al resto de entidades.
  • El número de estudiantes matriculados, egresados y titulados no corresponde a la demanda de actividades económicas y cadenas productivas identificadas.
  • Promover la cooperación entre los integrantes del ecosistema.

 

REGIÓN VOCACIÓN EDUCACIÓN RETOS
COSTA SIERRAOCCIDENTAL Es la región con más fuerza en el sector turístico, los servicios concentran el 59% del total de producción dela región siendo el municipio de Puerto Vallarta el más dinámico tanto en el sector hotelero como en el deservicios de salud.

La educación superior está fuertemente ligada al vocacionamiento de la región; no se identifican índices de deserción importantes entre las 14 instituciones de educación superior.

Cuenta con diversos centros de investigación en diversas áreas disciplinares

  • Mejorar los vínculos entre las IES y sus centros de investigación con los sectores empresarial y de gobierno.
  • Procurar la mayor integración posible de las empresas locales a la cadena productiva de turismo.
COSTA SUR La región se destaca por su producción agrícola y servicios turísticos.

Cuenta con dos IES, que ofrecen siete programas académicos. Las carreras con mayor matrícula, egreso y titulación son de las ciencias económico-administrativas.

Se ha identificado un centro de innovación.

  • Fomentar el capital humano de alto nivel de acuerdo con la demanda de actividades económicas y cadenas.
  • productivas más dinámicas. Incrementar la afluencia y la derrama económica proveniente del turismo.
  • Impulsar la industrialización de productos agrícolas de la región. Generar condiciones que favorezcan el emprendimiento.
LAGUNAS

El comercio es su principal actividad económica.

Hay actividades emergentes como la confección de materiales de cuero, piel y materiales sucedáneos.

El sector primario ha crecido, especialmente en cultivos como caña de azúcar, maíz, grano y berries (fresa y frambuesa).

Cuenta con el Instituto Tecnológico de Cocula, por ello es la institución pública donde recae la formación de capital humano e innovación; su oferta académica integra cinco ingenierías.

La región ofrece diversos servicios en cuanto a centros de investigación y laboratorios.
Además cuenta con centros que pueden resultar de gran ayuda para la innovación.

  • Formar capital humano que cubra la demanda de las principales actividades económicas en la región.
  • Incentivar la incorporación de biotecnología a la producción, principalmente de berries y cultivos en invernaderos para incrementar sucomercialización local e internacional.
  • Fomentar nuevas cadenas productivas como la del ganado.
NORTE

Sus cadenas productivas más importantes son la del cuero, del calzado y de leche y sus derivados.

Sus oportunidades de desarrollo incluyen la producción de ganado bovino, sus atractivos culturales y naturales, la producción de artesanías y la disponibilidad de recursos minerales metálicos.

Tiene tres instituciones de educación superior. Las carreras de mayor demanda son las de ciencias de la salud.

Cuenta con laboratorios de agronegocios, avícola, médico quirúrgico y se está habilitando uno en ingenierías

  • Propiciar la integración de cadenas productivas locales, como en el caso de las de artesanías y derivados lácteos.

 

REGIÓN VOCACIÓN EDUCACIÓN RETOS
SIERRA DEAMULA Su principal actividad es la elaboración de refrescos, hielo, otras bebidas no alcohólicas, purificación y embotellamiento de agua.

Resalta su baja proporción de estudiantes y egresados en ciencias agropecuarias y biotecnología, que podrían representar mayor impulso más las actividades productivas de la región.

Cuenta con capacidades tecnológicas en la industria agroalimentaria.

  • Difundir y apoyar el desarrollo de capacidades científicas y tecnológicas que actualmente tiene, como el control biológico de plagas y laproducción de organismos útiles en la agricultura sostenible, e incentivar mayor vinculación y aprovechamiento por parte del sectorproductivo.
  • Impulsar y fortalecer la producción de huevo, ladrillo, caña de azúcar, prendas de vestir y lácteos y derivados. Formar capital humano de alto nivel de acuerdo con la demanda de las actividades económicas y cadenas productivas más dinámicas.
SUR

Su dinamismo resulta de la producción de leche y sus derivados, así como la producción de aguacate, berries, miel y maíz de grano.

Cuenta con sectores emergentes de alto potencial como el ecoturismo, la producción de granada, jitomate y muebles.

Cuenta con 10 IES, con 63 programas académicos.

Además cuenta con algunas capacidades significativas en tecnología.

  • Promover mayor integración y articulación de actividades productivas en las cadenas de valor de alimentos.
  • El aguacate representa uno de los retos más importantes de la región debido a que se exporta, e implica una producción mayor y un uso consciente de los recursos naturales.
SURESTE Su principal actividad económica es la elaboración de refrescos, purificación y embotellado de agua, fabricación de productos de herrería y producción de muebles, así como la industria alimentaria (alimentos para animales, leche y derivados lácteos). Además ofrece diversos servicios de hospedaje.

Existen cuatro instituciones de educación superior con 16 programas académicos en conjunto, en tres áreas de conocimiento.

Cuenta con capacidades significativas en desarrollo de software, multimedia y aplicaciones en tecnología de información.

  • Disminuir el nivel de contaminación del lago de Chapala.
  • Promover mayor integración y articulación de actividades productivas en las cadenas de turismo y construcción, de manera que otros municipios también participen en ellas.
  • Construir canales de vinculación entre universidades y las actividades económicas y cadenas productivas locales dinámicas.
  • Incrementar la producción e impulsar la transformación de productos como las berries, y producción agrícola con mayores oportunidades de crecimiento.

 

REGIÓN VOCACIÓN EDUCACIÓN RETOS
VALLES La industria de bebidas destiladas es la más importante de la región. Le sigue la manufacturera orientada a la construcción y la fabricación de muebles. Sin embargo, a los actores de la región les interesa impulsar la producción de berries, limón y, en general, diversificar los cultivos.

Existen siete instituciones de educación superior.

Cuenta con capacidades importantes en el ámbito de la innovación y la tecnología, además de los servicios que brindan nueve laboratorios.

  • Diversificación de cultivos, dados los problemas en los precios de cultivos tradicionales.
  • Apoyar el turismo rural y el turismo ecológico.
  • Regular el uso del agua para evitar que los ingenios hagan mal uso de ella.
  • Cuidado de la tierra y renovación de los suelos.
CENTRO De acuerdo con la Agenda Estatal de Innovación, la importancia de la región Centro radica en sectores tradicionales como alimentos, automotriz, biotecnología, calzado, muebles, salud y moda, tecnologías de la información y comunicación e industrias creativas. Otros giros de gran dinamismo son la elaboración de dulces y productos de confitería, elaboración de refrescos, embotellamiento de agua purificada y elaboración de cerveza.

Existen siete instituciones de educación superior.

En cuanto al ámbito agroalimentario, la región ofrece nueve programas académicos relevantes para la industria. Cuenta con seis centros de investigación y diversos laboratorios equipados con tecnologías avanzadas en el procesamiento del sector alimentario. Además, tiene diversos cuerpos de académicos e investigadores especializados en las áreas de mayor interés para el sector.

  • Favorecer la creación de vínculos entre el sector privado, universidades y centros de investigación.
  • Creación de plantas piloto dentro de las universidades.
  • Mayor oferta de programas de posgrado.
  • Incentivos para el desarrollo de los pequeños productores primarios y empresarios.
  • Creación de tecnología nacional para competir con mercados internacionales.
 

Sector automotriz:

En el sector automotriz ha registrado crecimiento en términos de valor agregado, nivel de exportaciones y aportaciones al PIB estatal.

En el sector automotriz, la educación superior muestra una escasez de egresados, así como falta de laboratorios y equipamiento.
  • Generar incentivos para que empresas del ramo automotriz se establezcan en el estado. Fomentar la atracción de capital humano a través de los programas educativos que se ofertan en las universidades. Apoyar la integración de laboratorios y equipamiento en las universidades dedicadas a potenciar la industria automotriz.

 

REGIÓN VOCACIÓN EDUCACIÓN RETOS
CENTRO

Sector biotecnológico:

La biotecnología es un sector transversal, impacta en variadas actividades económicas. En la actualidad sedes conoce el impacto de esta industria debido a la falta de datos que cuantifiquen su contribución

El área de biotecnología es nutrida por nueve programas educativos de pregrado y posgrado, que han aumentado su matrícula y titulación
  • Crear las condiciones que favorezcan al surgimiento y fortalecimiento de una economía del conocimiento biotecnológico.
  • Favorecer a la creación y fortalecimiento de redes de colaboración, buscando generar un sistema regional de innovación en biotecnología.
  • Incentivar la transferencia tecnológica de laboratorios y centros públicos y universitarios de investigación hacia productores del sector agrícola y empresas en el sector salud.
  • Propiciar la creación de incubadoras de empresas de base tecnológica que generen los ambientes y recursos adecuados para el surgimiento de nuevas empresas.
 

Sectores salud y farmacéutico:

El estado se ha posicionado en el tercer nivel nacional en unidades económicas en el sector salud y asistencia social, mismas que se encuentran concentradas en el Área Metropolitana de Guadalajara. Esto presenta un alto potencial para la atracción de turismo médico debido al valor agregado que generan los hospitales generales, consultorios de medicina especializada y laboratorios médicos y de diagnóstico.

En la región se encuentran 34 universidades y centros universitarios con programas académicos afines al sector de ciencias de la salud e industria farmacéutica, con programas educativos adecuados para el desarrollo de las actividades económicas. Sin embargo, se requiere mayor atención en educación continua y actualización profesional permanente.
  • Consolidar el clúster médico del estado, fortaleciendo vínculos entre universidades, centros de investigación y empresas.
  • Desarrollar capacidades y certificaciones internacionales que permitan la atracción de turismo médico de alto nivel y mayor competitividad internacional.
  • Incentivar a profesionistas y empresas del sector de prestación deservicios de salud a renovar el equipo tecnológico de sus unidades médicas.
  • Hacer obligatoria la certificación de profesionistas y empresas que presten servicios de salud.
  • Crear una plataforma digital donde se integre información sobre pacientes, tanto del sector público como del privado, y que articule universidades y centros de investigación.

 

REGIÓN VOCACIÓN EDUCACIÓN RETOS
CENTRO

Sectores de tecnologías de la información y comunicación e industrias creativas:

La industria creativa y de tecnologías de la información y comunicación es uno de los sectores más importantes del estado. Se trata de un sector transversal, sus productos y servicios impactan en muchos sectores y actividades económicas diferentes. El surgimiento de empresas con base tecnológica es de gran diversidad, el valor agregado del sector tiende a crecer de manera exponencial.

En la esfera de la educación es indispensable facilitar la vinculación entre la industria y la academia con un enfoque de colaboración dual para emprender proyectos de intervención tecnológica en los demás sectores, así como para el desarrollo de productos que incorporen innovaciones basadas en estas tecnologías. La región cuenta con el Centro México Innovación y Diseño como elemento de atracción de talento.
  • Generar una estrategia de trabajo colaborativo para difundir en qué consisten las carreras del área y la demanda de egresados en el mercado con el fin de que un mayor número de personas aspiren a ingresar.
  • Promover estudios y análisis para identificar tendencias tecnológicas y avances en las tecnologías de la información y comunicación.
 

Sectores de moda, calzado y mueblero:

En cuanto a la industria de diseño de calzado, mobiliario y menaje, la región es históricamente sobresaliente y compite a nivel nacional e internacional. La cadena productiva del mueble se encuentra bien articulada. Los eslabones de la cadena productiva con mayor crecimiento son los relacionados a la fabricación de calzado que no forman parte directa, sino que se desenvuelven en el ámbito químico, por ejemplo.

En la región existen 11 instituciones de educación superior que ofrecen carreras relacionadas con la moda con 15 programas académicos. A su vez, existen 58 instituciones de educación superior que ofrecen 128 programas académicas de incidencia en el sector mueblero.

En cuanto a ciencia y tecnología, tanto el sector mueblero como el de moda presentan bajos índices de integración, ya que las tecnologías desarrolladas no se enfocan en la cadena productiva de la industria mueblera. En el caso del calzado, existe una fuerte competencia asiática de bajo costo. La entidad cuenta con al menos tres centros de apoyo para la innovación en el ámbito de moda y calzado

  • La consolidación de un clúster mueblero y uno de moda que soporten la innovación y desarrollo tecnológico de la industria.
  • Generar carreras y programas educativos enfocados a la innovación y desarrollo del sector.
  • Fomentar el uso de nuevas tecnologías para incrementar la productividad y la creación de más productos competitivos en mercados internacionales.
  • Disminuir la brecha entre centros de investigación y la cadena productiva.

 

El panorama regional nos confirma la importancia del nivel educativo para el desarrollo de la región, tanto para la creación de nuevas empresas de alto valor agregado como para la inserción laboral de los egresados en organizaciones que requieren de personal altamente calificado3.  No  se  debe  perder  de  vista  que  el  futuro del empleo en Jalisco se dirige en gran medida hacia la industria de tecnologías de la información (Ortiz & Barrón, 2018); sin embargo, esto requiere mantener el posicionamiento de la entidad en operaciones financieras y de negocio (fintech), avance y desarrollo de software (algoritmos) y la arquitectura e ingeniería enfocada a cadena de valor y mejora de calidad (robots). De igual manera, existe un alto potencial en el desarrollo biotecnológico en diversas áreas disciplinares, especialmente en las ciencias de la salud y agropecuarias (CESJAL, 2017).

La oferta educativa de calidad que brinda la región es otra  fuente  para  la  atracción  de  talento.  Formarlo  y atraerlo implica una serie de esfuerzos que, en el caso de las instituciones educativas, no sólo se debe limitar al  diseño de programas educativos que respondan a las necesidades de las empresas. Requiere de infraestructura física y tecnológica pertinente, programas de formación, seguimiento y financiamiento, entre otros. Atraer talento calificado al ecosistema y crear distritos de innovación consolidados conlleva a resolver primero el tema de la desigualdad laboral y la calidad de los empleos4, disminuir el alto nivel de participación de los jóvenes en el empleo informal, la falta de capital requerido para iniciar un negocio,  la nula planeación, la falta de un modelo de negocios bien estructurado por parte de los emprendedores y atender la inseguridad, ya que afecta de manera relevante los márgenes de utilidad y la posibilidad de contar con  mano de obra altamente calificada.  

Desarrollo social y salud

La Universidad busca aprovechar las capacidades de su comunidad para contribuir en la competitividad no sólo de las empresas sino, a su vez, fortalecer el trabajo de las asociaciones civiles y no gubernamentales. La cultura universitaria es sensible al tema de la inclusión y la igualdad, por ello, la Red Universitaria tiene cobertura en municipios cuya población vive en extrema pobreza y nulo acceso a sus derechos más básicos5. La carencia educativa no sólo impide el ejercicio de derechos como la educación, sino que inhibe las oportunidad es para que se puedan integrar a la sociedad y el mercado laboral.

En lo que refiere a la educación  básica, se registran fuertes diferencias de oportunidad entre la población rural y las zonas urbanas. A nivel regional, cinco de cada 10 niños que asisten a la primaria tienen problemas para comprender información de textos expositivos y literarios, resumir la información y realizar inferencias con base en ella. Respecto al nivel medio superior, hay un mejor alcance de logro educativo, ya que la mayoría de estudiantes se ubican en el tercer nivel de habilidades de lectura; sin embargo, en

habilidades matemáticas el nivel de logro es limitado: seis de cada 10 estudiantes de bachillerato se ubican en el nivel mínimo (Acosta Silva et al., 2019). Deben considerarse además otros elementos relevantes en la medición de pobreza, además del rezago educativo, como el acceso a servicios de salud, espacios dignos y ser vicios básicos de vivienda, alimentación y seguridad social.

Tabla 2:

Indicadores de carencias sociales, CONEVAL 2015-2018

Indicador Rezago educativo Servicios de Salud Calidad y espacios en la vivienda Alimentación Seguridad Social Servicios básicos en la vivienda
% población 2015 18.8% 17.1% 7.7% 15.2% 49.1% 9.6%
% población 2015 17.0% 19.4% 7.1% 15.1% 49.8% 8.1%

 

La  evolución  de  la  pobreza  fue  estudiada  por  el  Consejo  Nacional  de  Evaluación  de  Política  de  Desarrollo  Social (CONEVAL) a través de una metodología multidisciplinar  que  pudiera  dar  cuenta  del  avance  y  retos  a  enfrentar  en  materia  de  la  política  social.  Según  el  último informe, el número de personas en situación de pobreza en Jalisco pasó de 2.5 a 2.3 millones de personas entre 2016-2018, cuyo porcentaje fue de 37.8% a 28.4%.  Esta  reducción  se  debe  a  la  mejora  en  uno  de  los  indicadores  de  carencias  sociales  y  a  la  disminución en el porcentaje de la población con percepciones inferiores  a  la  línea  de  pobreza  por  ingresos.  A  pesar  de que aumentó el número de personas con seguridad alimentaria, el porcentaje de la población en situación de  pobreza  extrema  pasó  de  1.8%  a  3.0%  (CONEVAL,  2019).

Existen  rezagos  significativos  en  el  ámbito  de  salud  y  seguridad  social.  La  falta  de  un  sistema  integrado  de  protección  social  universal  favorece  el  incremento  de  índices  de  obesidad  y  diabetes  entre  la  población  (Acosta  Silva  et  al.,  2019).  En  Jalisco,  la  prevalencia  de sobrepeso y obesidad ha mostrado una ascendencia en la mayoría de los grupos de edad en ambos sexos. De mantenerse ese comportamiento al menos cinco de las principales causas de muerte seguirán en la misma tendencia: diabetes  mellitus,  cáncer  de  mama, enfermedades isquémicas del corazón, cerebrovasculares, y asociadas a la hipertensión.

Las estadísticas de mortalidad son uno de los insumos más  confiables  en  el  diagnóstico  de  salud.  El  estudio  realizado por Jalisco a Futuro 2018-2030 se menciona que  la  diabetes  mellitus  está  ubicada  como  la  primera  causa  de  muerte  en  la  entidad  tanto  para  hombres  como para mujeres. A ésta le siguen enfermedades isquémicas del corazón, cerebrovasculares e hipertensivas.  No  obstante,  llama  la  atención  el  incremento  de  defunciones por neumonía mientras que la mortalidad asociada  a  VIH  manifiesta  importantes  reducciones  (Acosta Silva et al., 2019).

Posteriormente, se posiciona la morbilidad asociada a diarreas y gastroenteritis de presunto origen infeccioso, y el incremento de tumores malignos de próstata en el caso de hombres, así como de la tráquea, bronquios y  pulmón,  cuyo  principal  factor  de  riesgo  es  el  fumar  tabaco. Le siguen los tumores de mama en el caso de la población femenina, los cuales se han incrementado en un  20.6%  entre  2009  y  2015.  Por  último,  los  accidentes de transportes, los homicidios y los suicidios, que se  colocan  entre  las  causas  externas  más  frecuentes  de lesiones como causa de muerte. Los accidentes de transporte  reflejan  una  tendencia  descendente  entre  2009 y 2015, mientras que los homicidios dolosos y los suicidios  representan  un  notable  ascenso  que,  de  seguir así para el año 2021, superarán el índice de muertes  por  accidente.  Resulta  significativo  señalar  que  la  desnutrición  se  ha  ubicado  en  los  últimos  años  como  la duodécima causa de muerte en la entidad, mostrando una tendencia ascendente entre 2009-2019 (Acosta Silva et al., 2019).

El estado de Jalisco ha realizado esfuerzos significativos para posicionar el tema de emprendimiento social6. Existen  muchas  iniciativas  que  buscan  incrementar  el  volumen  de  fondos  dirigidos  hacia  startups sociales para  tener  un  mayor  impacto  en  los  grupos  sociales  más  desfavorecidos  y  atender  problemas  urgentes  en  el  ámbito  de  la  salud  y  medio  ambiente.  Esto  vuelve  crucial la descentralización de los programas de apoyo para promover la conformación de ecosistemas sociales  más  allá  del  AMG,  ya  que  es  en  el  resto  de  municipios  donde  se  acentúan  las  problemáticas  sociales  (Navarro et al., 2019).

Atender  las  demandas  del  entorno  exige  de  un  nuevo  modelo institucional que incluya mecanismos adecuados  de  coordinación  intersectorial  con  las  entidades  gubernamentales, la industria y la sociedad civil organizada.  Requiere  trabajar  en  la  identificación  de  indicadores y metas comunes, contar con un presupuesto transversal enfocado a resultados de impacto que permitan erradicar la inequidad, la pobreza, la pérdida del capital natural y las consecuencias de la crisis climática. Para lograrlo es indispensable que la cultura institucional universitaria se fundamente en la responsabilidad social y pública a través de la ciudadanía social7; ello incrementará la generación y transmisión de conocimiento en colaboración con otros agentes sociales y económicos, y facilitará el desarrollo de nuevas capacidades  para  descentralizar  la  estructura  de  gestión.  Sólo  a  través  de  una  normatividad  actualizada  y  pertinente, un acceso universal a la infraestructura, agilidad en los procesos administrativos, un eficiente flujo y ejercicio de los recursos de origen externo, la generación  de  programas  de  incentivos  y,  sobre  todo,  una  cultura e ideología institucional acorde a estos aspectos será como la institución posicionará su liderazgo al interior del ecosistema (García Sánchez et al., 2019).

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